Bella estancia vivió grupal y familiar de un verano trabajoso y pueril.
Siempre y al principio lo mejor es el grupo,
después me inclino soterrado en la Iglesia de Dios,
por fastidio y dolor de mi vivencia de preparación al Señor,
un día quise pertenecer,a nuestros primeros padres,
Jesús y su Madre María viven en mi desde niño.
Durante la carga a machete limpio por las selvas,
de más de dos años,nunca dejé el lado femenino,
por consiguiente el otro está minimizado,enturbiado y
manchado en cárceles de vida y de vivencias peligrosas,
por desatino y parca vivencia que un día amanecí así,
cargado de culpas que luego fueron otras…
y otras cosas,viajes y personas que he de deber la vida,
todos ellos por sus formas categóricas y a veces difíciles,
elementales tratamientos que tienen y recibo por salud.
Me levanté un día en una encrucijada,
respeto,sinceridad,aplacan y aplican cualquier impaciencia,
a todo el mundo que no es libre,de nacimiento o de razón.
SILENCIO OTRA VEZ
Adolf Hitler and Benito Mussolini in Munich, Germany, ca. 06/1940 (Photo credit: Wikipedia)
English: Hitler in Finland for Mannerheim’s 75 birthday (4th June 1942) Suomi: Hitler Suomessa Mannerheimin syntymäpäivänä 4.6.1942 (Photo credit: Wikipedia)
SILENCIO OTRA VEZ
Silencio otra vez,me someto sobre la mesa vacía,
sin agua,resecos labios fueron,tus ojos,
tus vanagloriados brazos y piernas.
Cómo me somete y turba tan indiscriminadamente el final,
ya encuentro el camino que tanto ansío.
Encuentro un camino de paz y de dolor,
en el único asiento que tengo,hacia la Villa mía…
Iría a caballo,aunque torpe seré,y ligero de equipaje,Antonio…
no hay sitio para nadie pues Hitler nos hubiera matado,
o lo hubiera matado yo,”no hay mal que por bien no venga”.
Heinrich Theodor Böll (21 de diciembre de 1917–16 de julio de 1985) fue un escritoralemán, figura emblemática de la literatura alemana de posguerra,1 también llamada “literatura de escombros”.2 En 1972 le fue concedido el Premio Nobel de Literatura. La Academia Sueca destacó que «por su combinación de una amplia perspectiva sobre su tiempo y una habilidad sensible en la caracterización ha contribuido a la renovación de la literatura alemana».3
Böll nació en Colonia (Renania del Norte-Westfalia), el 21 de diciembre de 1917, en una familia trabajadora.4 Entre 1924 y 1928 acude a la escuela elemental de Köln Raderthal, y de 1928 a 1937 realiza los estudios de secundaria en Colonia. Su primer contacto con la literatura lo tiene en 1937, trabajando en una tienda de libros y objetos antiguos que abandonará un año más tarde con el deseo de dedicarse a escribir. Durante la Alemania nazi marchó a un campo de trabajo del régimen, que era lo único que le podría permitir en el futuro entrar en la Universidad[cita requerida]. Cuando estaba a punto de matricularse para cursar estudios de Filología Alemana, en el verano de 1939, fue reclutado para elWehrmacht (ejército alemán).5
Durante la Segunda Guerra Mundial luchó en Francia, Rumanía, Hungría y la Unión Soviética, casándose durante un permiso en 1942.6 Fue capturado como prisionero por el Ejército estadounidense en la primavera de 1945 y estuvo en campos de detenidos en Francia y Bélgica. Durante este tiempo muere su primer hijo.
En diciembre de 1945 regresa con su esposa a Colonia. Comienza de nuevo a escribir mientras repara su casa destruida por los bombardeos de la guerra. En 1947 nace su segundo hijo Raimund, que con el tiempo sería escultor. En 1949 publica su primer libro, Der Zug war pünktlich. Se integra en elGrupo 47 y hace amistad con Hans Richter y Alfred Andersch.
Français : Monument aux morts, Corsavy (Pyrénées-Orientales, Languedoc-Roussillon, France) Català: Monument als soldats morts durant la Primera i la Segona Guerra Mondial, Corsaví (Pirineus Orientals, Llenguadoc-Rosselló, França) Español: Monumento a los soldados muertos durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial, Corsavy (Pirineos Orientales, Languedoc-Rosellón, Francia) (Photo credit: Wikipedia)
Catedral durante la Segunda Guerra Mundial (Colonia, 194X) (Photo credit: Recuerdos de Pandora)
Falleció en Langenbroich, cerca de la ciudad de Düren, el 16 de julio de 1985.
Français : Monument aux morts, Taulis (Pyrénées-Orientales, Languedoc-Roussillon, France) Català: Monument als soldats morts durant la Primera i la Segona Guerra Mondial, Teulís (Pirineus Orientals, Llenguadoc-Rosselló, França) Español: Monumento a los soldados muertos durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial, Taulis (Pirineos Orientales, Languedoc-Rosellón, Francia) (Photo credit: Wikipedia)
FUNDACIÓN HEINRICH BÖLL
La Fundación Heinrich Böll es una de las fundaciones políticas alemanas, vinculada estrechamente al Partido de Los Verdes de Alemania pero independiente de este. Fue creada en 1997 por una agrupación amplia de ciudadanos intelectuales, científicos, periodistas, artistas y activistas de movimientos sociales, ecologistas y feministas. Establece como tarea principal la educación política en el ámbito nacional e internacional que está orientada a promover la formación de la voluntad democrática, el compromiso sociopolítico y el entendimiento entre de los pueblos.
Además promueve el arte y la cultura, la ciencia e investigación y el desarrollo internacional basado en la ecología, la democracia, la solidaridad y la no violencia.
“ Cuando mi pequeña amada pasa por el puente -y pasa dos veces por día- mi corazón simplemente se detiene. El incansable latir de mi corazón sencillamente se detiene, hasta que ella dobla hacia la avenida y desaparece. Y todos los que pasan en ese tiempo, los silencio. Esos dos minutos me pertenecen a mí, a mí solo, y no dejo que me los quiten. Y aun cuando ella al atardecer regresa de su heladería -yo he sabido entretanto que trabaja en una heladería- cuando pasa por el otro lado de la acera frente a mi boca muda, que tiene que contar, contar, mi corazón se detiene de nuevo y comienzo de nuevo a contar, cuando ya no la veo a ella. Y todos los que tienen la suerte de desfilar en esos minutos ante mis ojos ciegos, no entran en la eternidad de las estadísticas: hombres de sombra, mujeres de sombra, seres de la nada, que no marcharán con los demás en el segundo futuro de las estadísticas…
Está claro que la amo. Pero ella no sabe nada de esto y no quiero tampoco que lo sepa. No debe sospechar de qué modo tan increíble ella anula todos los cálculos, y ella debe ser inocente y no sospechar nada, y con sus largos cabellos castaños y sus tiernos pies marchar a su heladería, y ha de recibir muchas propinas. La amo. Está clarísimo que la amo.
Recientemente me han supervisado. El camarada, que está sentado al otro lado y tiene que contar los autos, me advirtió ya muy pronto y yo hice maldito el caso. He contado como un loco; un cuentakilómetros no puede contar mejor. El superestadístico en persona se colocó allá enfrente, al otro lado, y ha comparado después el resultado de una hora con el resultado de mi hora. Yo sólo tenía uno menos que él. Mi pequeña amada había pasado y jamás en la vida hubiera hecho yo transportar a esa hermosa criatura al segundo futuro; esa mi pequeña amada no debe ser multiplicada y dividida y ser transformada en una nada porcentual. Mi corazón sangraba de tenerla que contar, sin poderla seguir mirando, y al amigo de allá, el que tiene que contar los autos, le estoy muy agradecido.
El superestadístico me ha dado palmaditas en el hombro y ha dicho que soy bueno, confiable y fiel. “Errar uno en una hora”, ha dicho, “no es mucho. Sin embargo, tenemos en cuenta un cierto desgaste porcentual. Solicitaré que sea usted trasladado a contar carros de caballos”.
Yĕhudah Ha-Levi nació en Tudela, actual Comunidad de Navarra
en 1070.
Es sin duda el máximo exponente de la poesía hebrea peninsular medieval. Tras dejar en su juventud su ciudad natal, cuna también de otros escritores ilustres, como el viajero Benjamín de Tudela y el filósofo Abraham Ibn Ezra, se estableció en las tierras musulmanas de Al Andalus, recibiendo allí una esmerada formación tanto en ciencias y medicina, como en leyes, teología y poética.
Tuvo estrechas relaciones con los mejores poetas judíos y árabes de su época, gozando en vida de una fama extraordinaria. Tocó temas amorosos y báquicos, cantó a la amistad, lloró por la muerte de los seres queridos, reflexionó sobre asuntos muy humanos, ensalzó a Dios y trató de consolar a su pueblo en el exilio. Al final de su vida, dejó Sefarad y embarcó hacia Israel, deseando pasar sus últimos días en la añorada tierra de sus antepasados por él tan amada.
Falleció en 1141.
Su poesía
Está considerado como el mejor poeta medieval en lengua hebrea. Su obra poética es muy extensa, inspirándose en los temas más variados: el amor, la amistad y el mar. Del Diwan escrito en Toledo se convervan panegíricos, cantos de boda, elegías y composiciones autobiográficas.
Poeta culto, autor de una poesía lírica rica en metáforas y descripciones, donde abundan las reflexiones filosóficas y religiosas. Utiliza diversas métricas y estrofas. Son famosas algunas de sus jarchas profanas escritas en el nacienteromance, al final de las moaxajas y de gueulot y ahavot de temática religiosa, entre las que destaca El Quesudá o Himno de la creación:
¡Dios mío! ¿Con qué te compararé,
si semejanza no hay en ti?
¿Con qué te asimilaré,
si toda forma es estampa de tu sello?
Enaltecido estás sobre toda potencia,
y te sublimaste por encima de todo pensamiento.
¿La palabra de quién te ha contenido?
¿Y la lengua de quién te ha comprendido?
¿Acaso habrá corazón que te haya alcanzado
y ojo que te haya divisado? (Himno de la Creación, I, v. 1-10)
De «Poemas de amor y vino» Versiones del Vasco: Xabier Kintana
1. Sobre las alas del viento pongo mis saludos
cuando hacia mi amado sopla con el calor del día;
sólo pido que recuerde el día de su partida,
cuando hicimos un pacto de amor junto al manzano.
2. Graciosa gacela, con tu hermosura me cautivaste,
cruelmente me esclavizaste en tu prisión.
Desde que la ausencia se interpuso entre nosotros
no he encontrado figura comprable a tu belleza.
Saboreo una roja manzana cuyo aroma es como
la fragancia de tu rostro y tu atavío;
tiene la misma forma de tus pechos y el color
de ese rubí que asoma a tus mejillas.
3. La noche en que la joven gacela me descubrió
el sol de sus mejillas y el velo de su pelo,
rojizo cual rubí, cubriendo, sobre
sien de húmedo bedelio, su bella imagen,
se parecía al sol, que cuando despunta enrojece
las nubes del alba con su brillante llama.
4. La cierva lava sus vestidos en las aguas
de mis lágrimas y los tiende al sol de su esplendor,
No precisa agua de manantiales, pues tiene mis ojos,
ni sol, con la belleza de su figura.
9. ¿Qué te pasa, gacela, que no envías tus mensajeros
al amado cuyo pecho rebosa de dolor por ti?
¿No sabes que el Destino no concede a tu amante
más que escuchar el son de tus saludos?
Si la separación es más fuerte que nosotros,
detente un poco, que pueda ver tu rostro.
No sé si entre mis costillas quedó preso
mi corazón, o si partió tras de tus pasos.
¡En nombre del amor! Recuerda los días que me amabas
como recuerdo yo las noches en que te deseaba.
Lo mismo que cruza tu imagen por mi sueño,
desearía pasar yo por los tuyos.
Hay entre nosotros un mar de lágrimas con rugientes
olas y no puedo llegar hasta ti,
mas si tus pasos se acercaran a cruzarlo,
se henderían las aguas a las plantas de tus pies.
Si después de mi muerte llegara a mis oídos
el tañir de campanillas doradas del borde de tu manto,
o preguntaras cómo le va a tu amigo, desde el sĕ ‘0l
me interesaría por tu amor y bienestar.
Ahí tienes dos testigos de que vertiste la sangre
de mi corazón: tus mejillas y tus labios;
¿cómo vas a negarlo, si dan ellos testimonio de
mi sangre y de que tus manos la vertieron?
¿Por qué deseas mi muerte? ¡lo que yo quiero son
años que sumar a los de tu vida!
Aunque robes mi sueño por las noches al amarte, ¿no
daría yo el sopor de mis ojos a tus párpados?
Tu fuego lame las gotas de las lágrimas, y hasta
corazones de piedra desgastarían tus sollozos;
yo he caído en el fuego de tu amor y las aguas de mi llanto, ¡ay
de mi corazón por mis lágrimas y tus brasas!
Amargura y dulzor cercan mi corazón:
la ponzoña de la ausencia y la miel de tus besos;
una vez que tus palabras como láminas lo aplanaran,
tus manos lo cortaron en tiras.
Veo imagen de rubí sobre zafiros
al contemplar tus labios y tus dientes.
El sol está en tu rostro, y a modo de noche despliegas
sobre su fulgor la espesura de tus rizos.
Seda bordada es el vestido de tu cuerpo, pero
la gracia y la hermosura recubren tus ojos;
las joyas de las doncellas son obra de artesano, mas
esplendor y encanto son tus adornos.
El sol y la luna, la Osa y las Pléyades quisieran
asemejarse a tus hermanos y hermanas;
jóvenes y doncellas desean, siendo libres,
convertirse en siervos y esclavas tuyos.
De la fortuna del Destino sólo reclamaré mi parte
el hilo de tus labios, el ceñidor de tu cintura;
mi panal y mi miel están entre tus labios,
mi nardo y mi mirra entre tus dos pechos.
Te he puesto en mi mano derecha como un anillo;¡ojalá fuera yo
un sello sobre tus brazos!
Olvidaría mi diestra y mi siniestra, cierva,
si descuidara el amor de tus esponsales.
La ausencia amarga mi corazón al recordar
el panal de miel de tus besos en mis labios.
Mi espíritu por tu perfume de mirra virgen yo daría;
¡quizás podría besar tu rostro a cambio de mi alma!
A las mujeres se honra con alabanzas, mas
a ti deben su gloria tus mismas loas.
En el campo de las amadas, las gavillas del amor
se postran ante las tuyas.
¡Ojalá pudiera yo vivir para recoger aromas
y mirra de entre tus pasos!
No oigo tu voz, pero escucho en
mi desgarrado corazón el ruido de tus pisadas.
Cuando cuentes a los vivientes víctimas
de tu amor, el día que resuciten tus muertos, incluye
a mi alma para devolverla al cuerpo, pues cuando
te fuiste, al partir tú salió en pos de ti.
Pregunta cómo le va a tu amado, cierva agraciada,
si es el Destino el que hace tus preguntas.
¡Vuelve, y que nuestra Roca te haga regresar al lugar
de tus deseos ya la tierra de la que procedes!
19. Labios de rubí con hileras de perlas,
ojos como flechas aguzadas,
bellas mejillas cual rosas encarnadas,
rostro sembrado de jardines del Edén,
moldeado sobre gentil tallo de bedelio,
en tálamo fiel criado,
bien guardado; así son los males de su amor
en el corazón del amante, enfermedad sin cura;
con fuego de pasión le sacia de amarguras,
le escancia al ausentarse veneno de serpiente.
Te conjuro, ¡príncipe de la belleza!
¡mi preciosa gacela!: aleja los pesares
esta noche mía, con tu compañía reúne
un tropel de delicias para el pobre corazón doliente.
20. ¡Con cuidado!, duro de corazón, blando de caderas,
trátame con cuidado y caeré sobre mi rostro.
Sólo mis ojos se han extraviado por tu causa,
mi corazón es puro, aunque no mis ojos.
Deja que los ojos recojan en tu semblante
rosas y lirios que juntos se sembraron.
Fuego tomaré de tus mejillas para apagar llama con llama;
cuando esté sediento, allí encontraré agua.
Chuparé tus labios rojos, ardientes como
brasas, y mis mandíbulas serán como tenazas.
Suspendida está mi vida de dos hilos de púrpura
escarlata, de los atardeceres mi muerte.
Hileras de mirra virgen recaman bordado de gala
como las tardes alrededor del mediodía.
21. Trocaría mi vida por el viento que visita
a ese hombre que siente mis propios males como suyos.
¿Sabe cuando revolotea si va volando
sobre las aguas del Éufrates o sobre sus mejillas?
Le digo: «¿Has venido a enjugar mis penas?»
y responde: «Mas bien a renovar sus jirones,
pues se alarga la separación de tu amigo,
y es muy fuerte su ausencia, igual que sus leones».
Le respondo: «Mas está lejos y cerca,
¡mi vida toda depende de su vida!
Que viva y tenga paz en donde more,
y según su corazón se realicen sus deseos».
24. Las copas sin vino son pesadas,
son arcilla como las vasijas de barro,
mas al llenarlas de vino se hacen leves
lo mismo que los cuerpos con las almas.
25. Por ti elevaré cánticos mientras viva,
y por tu mosto que apuran mis labios.
Llamo «hermano mío» al jarro que enviaste
y de su boca gusto el mejor de mis regalos.
Hasta mis propios amigos me creen ebrio;
por eso me preguntan: ¿cuánto tiempo?
Les respondo: ¿cómo tener ante mí bálsamo de Galaad
y no beberlo para curar mis males?
¿Cómo desdeñar un jarro todavía
si mis años no llegan aún a veinticuatro?
Obras sobre religión judía
Para Yehudah la prueba de la verdad de la religión judía no está en razones filosóficas, sino en los hechos históricos de la Revelación y los milagros hechos por Dios al pueblo judío, que posee la fuerza divina impresa por Dios a Adány que se fue transmitiendo a un solo hombre de cada generación hasta llegar al patriarca Jacob, que la transmitió a todos sus descendientes. Esta teoría era de origen musulmán, no judío, aunque ya la utilizó Abraham bar Hiyya. Para los musulmanes, la luz divina se transmitió de generación en generación hasta llegar a Mahoma. En última instancia, el fundamento está en la filosofía neoplatónica que defendía la emanación de sustancias espirituales directamente del Uno o Dios. El Kuzari la escribió en árabe con el título de Libro de la prueba y del fundamento sobre la defensa de la religión despreciada, traducido luego al hebreo por Yehuda ibn Tibbon. Responde al ambiente polémico religioso medieval y es una defensa de la religión judía, un canto de su excelencia sobre las demás, a las que reconoce también cosas buenas.
«Los escribas egipcios realizaban su trabajo con las piernas cruzadas y escribían con un calamus apoyando el papiro sobre sus rodillas. Estaban vinculados a los santuarios y a la administración de justicia, y podían ejercer como secretarios del faraón o escribanos públicos. Se conocen tablillas de barro, cera y cerámica.Escultura en cuarcita del escribaPetamenope ( s. VII a.C. ), MuseoEgipcio de El Cairo.»
De padres cubanos estudió Filosofía y Letras en Sevilla entre 1949 y 1952 y naútica y astronomía en Cádiz. En estos mismos años comenzó a relacionarse con los cordobeses de la revista Cántico, como Pablo García Baena.
Su carrera continuó en Iberoamérica,2 donde fue profesor universitario en Bogotá y colaboró con Camilo José Cela y con el proyecto del Instituto de Lexicografía de la Real Academia Española. Además, tuvo un idilio de siete años con la primera mujer de Cela, Rosario Conde.34 .
En abril de 2009 publica La noche no tiene paredes, compuesto por 103 poemas, donde hace una reivindicación de la incertidumbre, porque, en sus propias palabras, «el que no tiene dudas, el que está seguro de todo, es lo más parecido que hay a un imbécil.»6
Tras la publicación de Entreguerras (2012), libro formado por un solo poema de casi 3.000 versos, declaró: «ya no voy a escribir nada».7
Ha reconocido que escribir poesía lo ayuda a mantenerse joven. «El permanecer en la brecha te rejuvenece. El que no se queda callado, el que iguala el pensamiento con la vida, tiene ya mucho ganado para rejuvenecer», dijo al cumplir 80 años de edad.
Si es cierto que los sueños
son respuestas a todas las preguntas
que estuvimos haciéndonos
antes de nacer,
la poesía
vendría a ser como la réplica
a ese interrogante
que se ha quedado aún sin contestar.
Por aquella palabra
de más que dije entonces, trataría
de dar mi vida ahora. ¿Vale algo
comprobarlo después de consumidos
tantos esfuerzos
para no mentir?
Toco
tu vientre y se desplaza el tiempo
como la sangre
en un embudo mientras
a ciegas nos buscamos. Sólo el riesgo
común ocupa el mundo, arrasa
el derredor, lo exprime
como una esponja, desordena
el engranaje de los hechos.
¿Cómo
poder saldar entonces
la ambigüedad de la memoria?
El imposible oficio de escribir
aproximadamente
la historia terminal del anteayer
de la vida, y más cuando
un incierto futuro se intercala
entre lo timorato y lo arrogante
me suele contagiar
de esa amorfa molicie
que entumece los goznes del deseo.
Pero no cejo nunca. Paraísos
vagamente resueltos
entre la oxidación del ocio, surgen
como reclamos, brillan
en ocasiones
con juvenil sabor a culpa.
¡Escapar de la mella de los días
iguales! En tanta libertad
¿se anudarán imágenes
que a su obstinado uso
me condenen, reduzcan el amor
a sus simulaciones? Lo que aquí
no está escrito es ya la única
prueba de que dispongo
para reconocerme, interrumpir
mi turno de erosión entre recuerdos
apremiantes.
Por aquella palabra
de más que dije entonces, trataría
de dar mi vida ahora.
A mi edad, ¿cómo me voy a callar?”, se pregunta José Manuel Caballero Bonald en su casa de Madrid, a dos pasos de la Dehesa de la Villa. Narrador y poeta, el autor jerezano, que el mes que viene cumple 79 años, acaba de publicar Manual de infractores, un poemario largo y airado. PREGUNTA. El suyo es el libro de un hombre indignado.
RESPUESTA. El libro se iba a llamar La desobediencia, un título que recoge bien su tono libertario. Yo aspiro a que este Manual sea incluido en la lista de libros prohibidos por parte de las personas de orden, de los biempensantes, porque lo escribí contra la norma, contra los gregarios y los obedientes. P. ¿En qué manos estamos? La pregunta es suya.
R. El libro arrancó de la indignación contra algunas cosas que estaban ocurriendo hace dos o tres años. La guerra de Irak, por ejemplo, esos abusos de poder… P. ¿Y qué le sigue indignando?
R. El periódico viene cargado de motivos. Esos autocares llenos de africanos hacinados, maniatados, apaleados, llorosos y hambrientos a los que llevan al desierto…
Hay cosas tan importantes que me río de que se discuta si Cataluña es o no una nación. O de que los catastrofistas vengan con eso de que se va a romper España. P. Nosotros estamos del lado rico de la valla, ¿qué hacer?
R. Las alambradas me parecen terribles e innecesarias. Hay que buscar una solución general, no de España y Marruecos. Los países de la Unión Europea tendrían que organizarse para acoger a los inmigrantes, no poner ese coto horroroso para que se mueran del otro lado. P. Además de la desobediencia política, su libro tiene mucho de rebelión contra el tiempo.
R. Cada vez tengo más pasado y menos futuro. Y me aferro a ese pasado pensando que en él hay un caudal de experiencias aprovechables. El paso del tiempo es para mí dramático, aunque ese sentimiento no es de ahora. Este libro es una decantación de temas anteriores. El tiempo que huye me produce zozobra. Incluso en los sueños. Ahora tengo sueños muy raros, vacíos, ausencias que me alarman. Debe de ser la cercanía de los 80 años. P. Supongo que el paso del tiempo no pesa igual a los 80 años que a los 60.
R. Hay una frontera tajante. Hace veinte años yo podía hablar con una pasión que ahora me falta. Uno se vuelve escéptico. Cada vez creo en menos cosas. O mejor dicho, cada vez no creo en más cosas. Ya no puedo hacer un poema apasionado. A no ser que recuerde algo ocurrido en el pasado. P. Sólo eres lo que recuerdas, dice en un verso, pero también dice que todo el que recuerda miente.
R. Se equivoca, más que miente. Castilla del Pino decía que toda autobiografía es un autoengaño. Yo lo comprobé en mis memorias. Es imposible que uno se acuerde del que fue tal y como fue. Cuando tenía dudas, los espacios del olvido los ocupaba la invención. También la verdad se inventa, decía Machado. Para mí la poesía es un género de ficción, como la novela o las memorias. A mí, la verdad, la sinceridad y todos esos conceptos solemnes no me importan en poesía. Lo que me importa es hacer un texto bello. Creo un poema con palabras y la verdad es la que se está creando a medida que lo escribo. Ésa es la verdad del poema. Por eso he dicho alguna vez que lo que me importa es que las palabras en poesía signifiquen más que lo que significan en el diccionario, que la poesía ocupe más espacio que el texto propiamente dicho. Ésa es mi poética. P. ¿Pero si uno no cree en la verdad, qué es lo que puede oponer a la mentira?
R. Ser consecuente con uno mismo. En eso creo que he sido coherente, en no mentirme a mí mismo, en no decir lo que no pienso. P. ¿Y cuántos enemigos le ha reportado?
R. Bastantes. Sobre todo con las memorias. Pero si yo cuento cosas mías que no me gustan, por qué no voy a contarlas de los demás. Me gané la enemistad de personas que consideraba amigas. Eso me decepcionó y me demostró que la gente es muy vanidosa, frívola y sin… P. ¿Sentido del humor?
R. También. La literatura sin sentido del humor es un sermón. Y la gente sermonea mucho. P. Hace poco presidió usted el jurado del premio de novela de Torrevieja y dijo que la obra ganadora, escrita por César Vidal, le parecía ideológicamente detestable.
R. A mi edad, ¿cómo me voy a callar? No hice un juicio literario de la obra, dije que me parecía deleznable una novela en la que, entre otras cosas, la Revolución Francesa aparece como una historia de maleantes que maltrató a los ricos. P. Juan Marsé acaba de criticar el bajo nivel literario de los ganadores del Planeta. Y se ha montado.
R. ¿Y por qué un miembro de un jurado no va a decir lo que piensa? Lo que molesta es que se rompa la ley del silencio, la sumisión al jefe. P. ¿A usted nadie le dijo nada?
R. Al contrario. El responsable de Random House Mondadori me dijo que le parecía bien que dijera lo que pensaba. P. ¿Usted votó a César Vidal?
R. No. P. Los premios siempre son sospechosos. ¿Antes de la reunión del jurado la editorial no le dijo nada sobre ese libro?
R. No. No tenía ni idea de quién era su autor. P. Volviendo a la literatura, ¿cómo conciliar la protesta y la estética? A la poesía social de la posguerra se la acusó de sacrificar el rigor expresivo y buscar una claridad que llegara a todo el mundo.
R. Hay un libro mío de los años sesenta que no me gusta: Pliegos de cordel. Al escribirlo forcé mi sensibilidad para ser más directo. Empujado por la época, traicioné aquello para lo que yo me siento mejor dotado en literatura, que es crear un mundo más hermético. En Manual de infractores la denuncia se entiende, pero ahora no he sometido mi forma expresiva a ninguna consigna previa. La denuncia ha salido a medida que estaba expresándome como yo quería. P. ¿Qué diferencia hay entre escribir contra una dictadura, con un enemigo evidente, y hacerlo dentro de un sistema injusto del que nosotros formamos parte?
R. En este libro nuevo hay un poema, ‘Pasión del clandestino’, que recoge una contradicción. Habla de la lucha en la clandestinidad antifranquista y de lo que eso tenía de exageración romántica. Por un lado pensabas que estabas cumpliendo con un deber moral, pero también que estabas viviendo una experiencia que tenía cierto valor literario, que algún día ibas a acordarte de eso de una forma placentera. Y ese placer choca con el terror que se vivía cotidianamente. P. ¿Nostalgia del horror?
R. Melancolía, más bien. Las reuniones clandestinas tenían mucho encanto: discusiones, amores, amoríos, excesos etílicos… Bueno, tenían mucho encanto y yo era más joven.
R. Con dos sentimientos muy entrelazados: alivio y miedo. Mi primera reacción fue de temor. De liberación también, claro, pero pesaba mucho la incertidumbre por el inmediato porvenir, por el miedo a la involución, a que todo volviera a empezar. P. Detuvo sus memorias en 1975 y dijo que no escribiría sobre estos últimos treinta años, a pesar de que ha sido muy crítico con la transición. ¿Fue un olvido necesario o una traición?
R. Fue un error decretar una historia sin culpables. El franquismo no ha tenido un tribunal que juzgara los crímenes de alguien que murió matando. Esa transición débil y acomodaticia que decretó el olvido, el borrón y cuenta nueva ha provocado que en la vida española actual haya lastres del franquismo muy visibles. Y no digamos cuando Aznar estaba en el poder. El franquismo fue un terrorífico infortunio histórico del que todavía no nos hemos curado.
Babelia, entrevista realizada por Javier Mora y publicada el 22 de octubre del 2005
André Breton (1896-1966) es uno de los fundadores del surrealismo y su principal ideólogo y propagandista. Su poesía es una tentativa de yuxtaponer la acción y el sueño.
EN EL CAMINO DE SAN ROMANO
La poesía se hace en un lecho como el amor Sus sábanas revueltas son la aurora de las cosas
La poesía se hace en los bosques
Tiene el espacio que necesita
No éste sino aquel que condicionan
El ojo del milano
El rocío sobre una flor de cola de caballo
El recuerdo de una botella de Traminer empañada sobre una bandeja de
[plata
Una alta verga de turmalina en el mar
Y el camino de la mental aventura
Que asciende a pico
Una parada se llena de maleza en seguida
Eso no se grita sobre los tejados
No es conveniente dejar la puerta abierta
O llamar a testigos
Los bancos de pescado los setos llenos de pájaros
Los raíles a la entrada de una gran estación
Los reflejos de las orillas de un río
Los surcos en el pan
Las burbujas del arroyo
Los días del calendario
El corazoncillo
El acto del amor y el acto de poesía
Son incompatibles
Con la lectura del diario en voz alta
El sentido del rayo de sol
El resplandor azul que despiden los hachazos del leñador
El hilo de la cometa en forma de corazón o de garlito
El latido rítmico de la cola de los castores
La velocidad del relámpago
La lluvia de peladillas desde lo alto de las viejas escaleras
El alud
La cámara de los prestigios
No señores no es la octava sala
Ni los vapores del dormitorio un domingo por la noche
Las figuras de baile realizadas en transparencia por encima de las charcas
La delimitación contra un muro de un cuerpo de mujer al que se lanzan
[cuchillos
Las volutas pálidas del humo
Los bucles de tu cabello
La curva de la esponja de las Filipinas
Los lazos de la serpiente de coral
La presencia de la hiedra entre las ruinas La poesía tiene todo el tiempo por delante
El abrazo poético como el abrazo carnal
Mientras dura
Prohíbe toda escapada sobre la miseria del mundo.
Poemas, 1948. Traducción de Manuel Álvarez Ortega.
SUR LA ROUTE DE SAN ROMANO
La poésie se fait dans un lit comme l’amour
Ses draps défaits sont l’aurore des choses
La poésie se fait dans les bois
Elle a l’espace qu’il lui faut
Pas celui-ci mais l’autre que conditionnent
L’oeil du milan
La rosée sur une prêle
Le souvenir d’une bouteille de Traminer embuée sur un plateau
[d’argent
Une haute verge de tourmaline sur la mer
Et la route de l’aventure mentale
Qui monte à pic
Une halte elle s’embroussaille aussitôt
Cela ne se crie pas sur les toits
Il est inconvenant de laisser la porte ouverte
Ou d’appeler des témoins
Les bancs de poisson les haies de mésanges
Les rails à l’entrée d’une grande gare
Les reflets des deux rives
Les sillons dans le pain
Les bulles du ruisseau
Les jours du calendrier
Le millepertuis
L’acte d’amour et l’acte de poésie Sont incompatibles
Avec la lecture du journal à haute voix
Le sens du rayon de soleil
La lueur bleue qui relie les coups de hache du bûcheron
Le fil du cerf-volant en forme de coeur ou de nasse
Le battement en mesure de la queue des castors
La diligence de l’éclair
Le jet des dragées du haut des vieilles marches
L’avalanche
La chambre aux prestiges
Non messieurs ce n’est pas la huitième Chambre
Ni les vapeurs de la chambrée un dimanche soir
Les figures de danse éxecutées en transparence au-dessus des
[mares
La délimitation contre un mur d’un corps de femme au lancer de
[poignards
Les volutes claires de la fumée
Les boucles de tes cheveux
La courbe de l’éponge des Philippines
Les lacets du serpent corail
L’entrée du lierre dans les ruines Elle a tout le temps devant elle
L’étreinte poétique comme l’étreinte de chair
Tant qu’elle dure
Défend toute échappée sur la misère du monde.
Poèmes, 1948.
THÉOPHILE GAUTIER
El francés Théophile Gautier (1811-1872) es el maestro del parnasianismo, corriente literaria que defiende el culto a la perfección formal, las líneas puras, “escultóricas”.
Sí, la obra surge más bella
De una forma rebelde
Al trabajo,
Verso, mármol, ónice, esmalte,
No más cárceles falsas!
Pero, para andar derecha,
Calza,
Musa, un coturno estrecho.
Fuera el ritmo cómodo Como un zapato demasiado grande
De modo
¡Que todo pie lo deja y toma!
Escultor, rechaza
La arcilla que modela
El pulgar
Mientras la inspiración vuela distraída,
Lucha con el carrara,
Con el paros duro
Y escaso.
Guardianes del contorno puro;
Toma de Siracusa
El bronce en el que firmemente
Resalta
El rasgo orgulloso y encantador;
Con mano delicada
Busca en un filón
De ágata
El perfil de Apolo.
Pintor, huye de la acuarela,
Y fija el color
Demasiado frágil
En el horno del esmaltador.
Haz las sirenas azules
Torciendo de cien formas
Sus colas,
Los monstruos de los blasones,
En su nimbo trilobulado
La Virgen y su niño Jesús,
Con el globo
Y la cruz encima.
Todo pasa. El arte robusto
Sólo en la eternidad,
El busto
Sobrevive a la ciudad,
Y la medalla austera
Que encuentra un labrador
Bajo tierra,
Revela un emperador.
Incluso los dioses mueren,
Pero los versos soberanos
Quedan,
Más fuerte que los bronces.
Esculpe, lima, cincela;
Que tu sueño flotante
–Se selle
En el bloque resistente.
Esmaltes y camafeos, 1852. Traducción de Monserrat Tarrés.
LITERATURA INGLESA:
ALLEN GINSBERG
Allen Ginsberg (1926-1997) es el poeta más destacado del movimiento beat, el de mayor repercusión de la contracultura estadounidense de mediados del siglo XX.
TEMA OBJETIVO
Es cierto que escribo sobre mí mismo
¿A quién otro conozco mejor?
Dónde se juntan más sangre rosas rojas y basura de cocina
Qué más tiene mi grueso corazón, hepatitis o hemorroides–
¿Qué otro vivió mis setenta años, mi vieja Naomi?
Y si por casualidad escribo sobre política norteamericana,
sabiduría, meditación, teoría del arte
es porque leí un periódico amé
a los maestros leí libros por encima y visité un museo
8 de marzo, 1997, 12:30 a. m.
Muerte y fama, 1999, póstumo. Traducción de Ana Becciu.
OBJECTIVE SUBJECT
It’s true I write about myself
Who else do I know so well ?
Where else gather blood red roses & kitchen garbage
What else has my thick heart, hepatitis or hemorrhoids–
Who else lived my seventy years, my old Naomi?
and if by chance I scribe U.S politics, Wisdom
meditation, theories of art
it’s because I read a newspaper loved
teachers skimmed books or visited a museum
March 8, 1997, 12 :30 a. m.
Death and Fame, 1999.
MARGARET ATWOOD
La poesía de Margaret Atwood (Canadá, 1939) comparte con su obra narrativa y ensayística el interés por los mitos culturales y literarios, los derechos humanos, el papel de la mujer en la sociedad y los problemas medioambientales. Su lengua poética se caracteriza por la contención retórica, el ritmo cuidado y el uso de la paradoja.
LAS PALABRAS SIGUEN SU VIAJE
¿Sufren en realidad los poetas más
que otra gente? ¿No es sólo
que a ellos les toman fotos
y se les ve hacerlo?
Los manicomios están llenos de aquellos
que nunca escribieron un poema.
La mayoría de los suicidas no son
poetas: una buena estadística.
Algunos días sin embargo quiero, todavía,
ser como otra gente;
pero entonces voy y hablo con ellos,
esa gente que se supone que son
distintos, y se parecen mucho a nosotros,
excepto que carecen de esa cosa
que pensamos que es una voz.
Nos decimos entre nosotros que ellos son más débiles
que nosotros, menos definidos,
que ellos son lo que nosotros definimos,
que les estamos haciendo un servicio,
que nos hace sentir mejor.
Ellos son menos elegantes en el dolor que nosotros.
Pero mira, dije nosotros. Aunque pueda odiar tus tripas
individualmente, y nunca quiera verte,
aunque prefiera pasar el rato
con dentistas, porque aprendo más,
hablé de nosotros en plural, nos uní
como los miembros de alguna caravana de la muerte
que es como nos veo, viajando juntos,
las mujeres con velo y de una en una, con esa mirada
hacia adentro y los ojos desviados,
los hombres en grupo, con sus bigotes
y pasatiempos y baladronadas
en el lugar al que estamos pegados, el lugar que hemos escogido,
un peregrinaje que tomó un rumbo equivocado
en alguna parte hace mucho y terminó
aquí, a plena luz
del sol, y las sombras duras rojinegras
desplegadas por cada piedra, cada árbol muerto misterioso
en sus particularidades, su doble gravedad, pero flotando
también en la aureola de piedra, de árbol,
y no estamos más malditos en realidad que nadie, mientras vamos
juntos a través de este terreno lunar
donde todo está seco y agoniza y está
tan vivo, hacia las dunas, desvaneciéndonos fuera de campo,
desvaneciéndonos fuera de la vista de los demás,
desvaneciéndonos incluso fuera de nuestra propia vista,
buscamos agua.
Tlatelolco es conocido por haber celebrado en 1967 el Tratado de Tlatelolco, para la erradicación de las armas nucleares en América Latina y el Caribe, firmado por los representantes de los 33 países de la zona, además de los Estados Unidos, Francia, el Reino Unido, la República Popular de China y algunas de las repúblicas de la desintegrada Unión Soviética.
La tarde del 2 de octubre de 1968, días después de la salida del ejército de los campus de la UNAM y del IPN, miles de personas se reunieron en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco ante la vigilancia del Ejército. Por su parte, miembros del Batallón Olimpia(cuyos integrantes iban vestidos de civiles con un pañuelo o guante blanco en la mano izquierda) se infiltraban en la manifestación hasta llegar al edificio Chihuahua, donde se encontraban los oradores del movimiento y varios periodistas.
Luis González de Alba explica la elección del lugar “por ser una explanada muy amplia y estar cerca de las escuelas politécnicas delCasco de Santo Tomás. […] Además, frente a la plaza se encuentra el edificio Chihuahua, en cuyo tercer piso, una terraza muy amplia donde paran los elevadores, se podían instalar el sonido y la tribuna”.4
Cerca de las seis de la tarde, casi finalizado el evento, un helicóptero sobrevoló la plaza del cual se dispararon bengalas, presumiblemente, como señal para que los francotiradores del Batallón Olimpia abrieran fuego en contra de los manifestantes y militares que resguardaban el lugar, para hacerles creer a estos últimos, que los estudiantes eran los agresores. Los militares, en su intento de defenderse, repelieron la agresión, pero ante la confusión, los disparos no fueron dirigidos contra sus agresores, sino hacia la multitud de manifestantes que se encontraban en la plaza.
Muchos manifestantes que lograron escapar del tiroteo se escondieron en algunos departamentos de los edificios aledaños, pero esto no detuvo al ejército, que sin orden judicial, irrumpieron a cada uno de los departamentos de todos los edificios para capturar a los manifestantes. Aún se desconoce la cifra exacta de los muertos y heridos. El gobierno mexicano manifestó en 1968 que fueron sólo 20 muertos. De acuerdo con Paco Ignacio Taibo II, quien en 1993 encabezó una Comisión de la Verdad sobre estos sucesos, en esa «trágica» tarde fueron disparados 15 mil proyectiles y hubo más 300 muertos, además de 700 heridos y cinco mil estudiantes detenidos.
29 años después de la masacre, en octubre de 1997, el congreso mexicano formó un comité para investigar la masacre de Tlatelolco. El comité tomó testimonio a varios testigos y activistas políticos involucrados, incluyendo al expresidente de México Luis Echeverría Álvarez (quien en aquella época era Secretario de Gobernación). Echeverría admitió que los estudiantes estaban desarmados y también sugirió que la acción militar fue planificada anticipadamente para destruir o debilitar el Movimiento estudiantil en México de 1968.
Como recuerdo a este acontecimiento fue acuñada la frase «2 de Octubre no se olvida» y cada año se realiza una marcha formada principalmente por estudiantes y sindicatos que inicia en la plaza de las tres culturas y culmina el en Zócalo de la Ciudad de México.
Antecedentes
Candidatura
«Ofrecemos y deseamos la amistad con todos los pueblos de la Tierra.»
El desarrollo económico y la industrialización de México durante los años 50 y 60, apoyado por la inversión extranjera y la explotación de los recursos del país, convirtieron a México en un «candidato adecuado» para buscar ser la sede de los XIX Juegos Olímpicos de 1968.2Así, el 7 de diciembre de 1962, la Ciudad de México lanzó su candidatura inicial para los Juegos Olímpicos. Otras tres ciudades: Detroit, Lyon y Buenos Aires también eran candidatas.3 Como una confirmación, el 29 de junio de 1963, fue publicado en el Diario Oficial de la Federación un decreto presidencial suscrito por el entonces presidente Adolfo López Mateos en cual se autorizaba al Departamento del Distrito Federal gestionar la candidatura.1 Las ciudades candidatas se vieron obligadas a responder un cuestionario detallado elaborado por el Comité Olímpico Internacional.3
En la respuesta al cuestionario del COI, se adjuntó un libro de 180 páginas titulado «México», un libro trilingüe, que contenía la documentación oficial de la petición de sede, un informe sobre las instalaciones deportivas, opiniones médicas sobre los efectos de la altitud en los atletas, información acerca de los eventos internacionales celebrados en México en años previos, información sobre las condiciones climáticas de la Ciudad de México, y una semblanza histórica y cultural del país.34
A pesar de la información presentada, el COI solicitó explicaciones verbales. Los delegados mexicanos rechazaron las versiones de peligro por la altitud de la Ciudad de México, negando que ésta supusiera algún problema grave de adaptación física y ofrecieron pagar los gastos de aclimatación de los deportistas que así lo solicitaran.1
Los Juegos Olímpicos de 1968, oficialmente conocidos como los Juegos de la XIX Olimpiada, fue un evento multideportivo internacional, celebrado en la Ciudad de México, México, entre el 12 y el 27 de octubre de 1968. Participaron 5.530 atletas de 112 países, que compitieron en 172 competiciones de 20 deportes. Estos fueron los primeros juegos organizados por un país en vías de desarrollo, por una nación hispanohablante y los primeros realizados en Latinoamérica. Fueron además los terceros juegos celebrados en otoño.
Nadie sabe el número exacto de los muertos,
ni siquiera los asesinos,
ni siquiera el criminal.
(Ciertamente, ya llegó a la historia
este hombre pequeño por todas partes,
incapaz de todo menos del rencor.)
Tlatelolco será mencionado en los años que vienen
como hoy hablamos de Río Blanco y Cananea,
pero esto fue peor,
aquí han matado al pueblo;
no eran obreros parapetados en la huelga,
eran mujeres y niños, estudiantes,
jovencitos de quince años,
una muchacha que iba al cine,
una criatura en el vientre de su madre,
todos barridos, certeramente acribillados
por la metralla del Orden y Justicia Social.
A los tres días, el ejército era la víctima de los desalmados,
y el pueblo se aprestaba jubiloso
a celebrar las Olimpiadas, que darían gloria a México.
2
El crimen está allí,
cubierto de hojas de periódicos,
con televisores, con radios, con banderas olímpicas.
El aire denso, inmóvil,
el terror, la ignominia.
alrededor las voces, el tránsito, la vida.
Y el crimen está allí.
3
Habría que lavar no sólo el piso; la memoria.
Habría que quitarles los ojos a los que vimos,
asesinar también a los deudos,
que nadie llore, que no haya más testigos.
Pero la sangre echa raíces
y crece como un árbol en el tiempo.
La sangre en el cemento, en las paredes,
en una enredadera: nos salpica,
nos moja de vergüenza, de vergüenza, de vergüenza.
La bocas de los muertos nos escupen
una perpetua sangre quieta.
4
Confiaremos en la mala memoria de la gente,
ordenaremos los restos,
perdonaremos a los sobrevivientes,
daremos libertad a los encarcelados,
seremos generosos, magnánimos y prudentes.
Nos han metido las ideas exóticas como una lavativa,
pero instauramos la paz,
consolidamos las instituciones;
los comerciantes están con nosotros,
los banqueros, los políticos auténticamente mexicanos,
los colegios particulares,
las personas respetables.
Hemos destruido la conjura,
aumentamos nuestro poder:
ya no nos caeremos de la cama
porque tendremos dulces sueños.
Tenemos Secretarios de Estado capaces
de transformar la mierda en esencias aromáticas,
diputados y senadores alquimistas,
líderes inefables, chulísimos,
un tropel de putos espirituales
enarbolando nuestra bandera gallardamente.
Aquí no ha pasado nada.
Comienza nuestro reino.
5
En las planchas de la Delegación están los cadáveres.
Semidesnudos, fríos, agujereados,
algunos con el rostro de un muerto.
Afuera, la gente se amontona, se impacienta,
espera no encontrar el suyo:
“Vaya usted a buscar a otra parte.”
6
La juventud es el tema
dentro de la Revolución.
El gobierno apadrina a los héroes.
El peso mexicano está firme
y el desarrollo del país es ascendente.
Siguen las tiras cómicas y los bandidos en la televisión.
Hemos demostrado al mundo que somos capaces,
respetuosos, hospitalarios, sensibles
(¡Qué Olimpiada maravillosa!),
y ahora vamos a seguir con el “Metro”
porque el progreso no puede detenerse.
Las mujeres, de rosa,
los hombres, de azul cielo,
desfilan los mexicanos en la unidad gloriosa
que constituye la patria de nuestros sueños.